martes, 23 de febrero de 2010

Capitulo 5



Pelayo se lleva las manos a la cabeza.
--¿qué?
Pelayo se ha quedado casi en shock. No es capaz de decir nada más. Yoli habla llorando.
--Hace días que te lo quería decir pero no sabía como… Me he hecho la prueba varias veces, es seguro.
Pelayo sigue boquiabierto. Nunca pensó que se enfrentaría a una situación así. No sabe qué hacer.
--¿y no piensas decir nada? --le reclama Yoli.
A Pelayo sólo se le ocurre decir una cosa:
--¿y quién es el padre?
Yoli se pone como loca.
--¡tú naturalmente¡
Pelayo se muestra tranquilo:
--¿Y yo como lo sé?
Yoli nunca pensó que Pelayo le fallaría:
--¿Cómo puedes preguntarme esto?
Aunque está nervioso, él procura mostrarse frio. Con los brazos cruzados.
--Yo siempre me puse condón…
--¡no seas descarado, no siempre¡ --Yoli molesta.
--¡tú te has acostado con muchos¡ --se defiende él.
--¡sólo he estado con otro chico y hace mucho… sólo he estado contigo¡
--No te creo –frio.
--Dime una cosa –le reclama ella-- ¿me vas a cumplir?
Pelayo se piensa la respuesta unos segundos y dice:
--No. No veo porqué debía hacerlo.
Yoli no quiere seguir perdiendo el tiempo. Lo mira amenazante.
--¡Eso se lo dices a mi padre¡
Pelayo traga saliva. No sabe qué decir ni Yoli le da opción. Se va furiosa y él se da cuenta que ella está dispuesta a todo y eso lo preocupa. Da un puñetazo a la pared.
--¡¡Mierda, mierda, mierda¡
Siente que su mundo se le derrumba. Tiene algo claro:
--¡No puedo ser padre¡
Él sólo se quería divertir, no le interesa Yoli más que para pasar el rato.


Pelayo acude asustado y casi llorando a su padre. El hombre lo recibe en su despacho.
--hijo, ¡que sorpresa¡
Pelayo balbucea algo de un embarazo, su padre no entiende bien lo que pasa pero lo supone. Le da un trago al chico.
--Esto te relajará.
Es muy cariñoso con él. Van a un sofá. El hombre acaricia paternalmente a su hijo.
--Ahora dime lo que ocurre…
--Yoli dice que está preñada y el niño es mío…
--¿y lo es?
Pelayo hace que no sabe. Pelayo está asustado, su padre habla tranquilamente.
--te cuidaste…?
Pelayo agacha la cabeza y dice:
--la primera vez no.
El hombre bofetea a su asustado hijo:
--¡esto es para que nunca más lo hagas sin condón¡ ¡una vez te la perdona pero no más¡
Y luego lo abraza cariñoso:
--tranquilo, que yo te saco del problema.
--¿¿Cómo? ¡¡va a hablar con su padre…¡ ¡¡yo no quiero volver a ver a Yoli¡ --preocupado.
El hombre va acariciando a su hijo:
--Yo fui padre joven y no me arrepiento pero seguro que esa mujerzuela lo hizo para atraparte y no se vale… Tu madre lleva mucho tiempo diciendo que quiere que nos marchemos de viaje pues nos vamos esta misma tarde, por un año, así ella ya habrá solucionado el problema e incluso cuando volvamos nos cambiamos de casa, en la otra punta… No la volveremos a ver…
Pelayo abraza a su padre agradecido. El padre lo besa amoroso:
--ya olvida esto. Lo más importante es que nadie sepa que embarazaste a la muchacha… Ni tu mejor amigo…
Pelayo asegura que así será.

Esa misma noche toda la familia embarca en un largo viaje, el padre de Yoli la bofetea al saberla embarazada y sola.
--¡seguro que el padre de algún amigo mio se casará contigo¡
Yoli siente asco de casarse con un viejo.
--Yo soluciono el problema … --dice secándose las lágrimas.



Al día siguiente, Samuel se sorprende al recibir la visita de Yoli.
--¿qué haces aquí?
Yoli se desnuda ante él.
--¿te vale esta respuesta?
Samuel cae en los brazos de Yoli feliz de estrenarse con la misma chica que Pelayo.



Meses después, Emilio sigue pensando en Pelayo:
“12 noviembre del 2006
Hoy me he enamorado, bueno más bien me he reenamorado. La cuestión es que he visto una aparición que me ha entusiasmado. En la tarde, a la hora de abrir el Centro de Internet ha llegado una cosa preciosa. Muy joven. No muy alto. Muy muy guapo. Pelo castaño pero bien rapado. Culo pequeño, jeans viejos que hacían suspirar. Vaya una cosa guapa como para estrujarlo, romperle ese culazo, que te lo rompa… Ha dado una patada a la puerta supongo que para ver si estaba abierta aunque lo estaba y no ha entrado. Se ha quedado fumando un buen rato antes de entrar. Me hubiera gustado saber su nombre pero no he querido ser descarado (me podía haber puesto detrás de la máquina cuando él pasaba su tarjeta). Sólo nos separaba un ordenador. Yo estaba hechizado. Era él. No tenía dudas. Era aquel chico rubito que al principio del verano me enloqueció, aquel a quien la última vez que lo vi en Internet le limpié la caca. La última vez que lo vi fue un domingo. Muy a menudo pensaba en él. Ahora está diferente, más hombre, más macho, pero era él sin duda. Es un adolescente y han pasado seis meses, los cambios son normales. Se comunica con mímica con otro chico que está sentado más allá. LO oigo hablar, es una voz grave, muy masculina.
Una chica se sienta con él (¡qué suerte la muy guarra, lo a gusto que se lo debe tirar, seguro que no ha tardado en abrírsele de piernas¡) Yo paso por su lado, ¡que pedazo de cojones¡ Él tiene las piernas cruzadas y se le ve un bulto impresionante. Me corro en las ‘bragas’ del gusto. Paso varias veces por su lado para gozar de ese gran pedazo de paquete. ¡Madre mía ¿Dónde tenía escondido eso antes que no me fijé?¿o es que le habrán crecido en estos meses? ¡qué machazo, me ha matado¡ La guarra de la chica me ha mirado mucho, seguro que la so puta quiere tener la exclusividad ¡qué asco de tía¡ Me deleito con ese bultazo genital en 7 ocasiones. En uno de esos momentos que yo le miro la entrepierna, él me mira a mí. Ojos marrones. Mira la pantalla divertido. Ríe mucho. Me encanta su sonrisa. Él juega con un cigarro apagado en la boca.
Yo habría dado lo que fuera, mi vida por joder con él. Quiero su verga, deseo vérsela. ¡Me voy a volver loco si no lo consigo¡ Son las 17,30 ¡y va al lavabo y con lo cachondo que me tiene¡ Ya sólo por verlo caminar tan chulito, moviendo el culo, ¡me encantan las arruguitas que se le hacen¡ No creía que tuviera tanta suerte como está haciendo un trabajo pensaba que iba a la impresionara. Cuando lo he visto tirar hacia el lavabo me he creído morir del gusto ¡es todo un sueño¡ No ha habido suerte pero tampoco me puedo quejar. Al abrir la puerta me encuentro con su culo. Bebe agua, su culo en pompa es pura delicia… ¡me tengo que sujetar para no clavarle las uñas¡ Se le ve un poco los calzoncillos, negros. Se va cuando yo entro. Espero que no sea de esos con tantas manías que se creen que por mirar los vas a violar aunque de ganas no me faltan. Cada vez estoy más caliente, más pendiente de él. Me entra pis pero no quiero ir para ver si él vuelve a ir al lavabo y aunque le moleste no lo pienso perdonar, me gusta demasiado como para renunciar a gozar de ese espectáculo finalmente si voy y qué cosa deliciosa. No me esperaba esa sorpresa. Se la debe haber cambiado de posición porqué mira que he pasado y no se le notaba pero ahora, por debajo de los jeans claro, se le dibuja perfecta su verguita de seis centímetros. ¡Preciosa¡ Es una verguita muy tierna que me encantaría saborear. Es como si lo viera desnudo, ya su tamaño no es un secreto para mí. Ha sido casi como vérsela en el lavabo, ya sé como la tiene. Ha sido una experiencia explosiva, un recuerdo para no olvidar, un recuerdo que siempre me pondrá cachondo. Cuando vuelvo del lavabo él tiene la cabeza apoyada en la mesa, cara de dormido. Trabaja la chica que está a su lado, cómo me gustaría ser ella y dejar que se le quitara el sueño haciendo conmigo lo que quisiera. Sale. Me gusta mucho su culo. Ahora no se le ven arrugas pero tampoco aplastado. Lo mueve mucho. Está un rato en el exterior, tiene cara de aburrido. Le mejilla apoyada en la mano.
Finalmente se va y vivo otro momento erótico. De pie, frente a mí. Muy buen paquete. Se arregla la ropa. Se pone bien la camiseta ¡se pone la mano dentro del pantalón¡ y yo estoy que me vengo. Luego se pone de lado, se le dibuja bien la nalga y se le ve un pedazo de paquete. Es muy erótico, es como si estuviera desnudo. Lo veo hablar con el otro al que le ha hecho gesto. Los dos hablan mientras mi macizo se arregla la ropa. Los dos frente a frente y yo cachondo. Me ha hecho pasar las tres mejores horas de toda mi vida. Se han ido los tres juntos y yo espero que sea un ¡hasta pronto¡”

Adam Jezierski (como el chico que está con Pelayo)


y Ursula Corberó (la chica)




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