martes, 23 de febrero de 2010

Capitulo 19



--¡eso no me consta¡ -- grita Pelayo.
--¡Yo te conté que estaba embarazada y tú desapareciste, por eso acudí a Samuel ¡ --grita Yoli.
Yoli no ha medido bien las consecuencias de su acto porque no quería que su marido se enterada pero Román se pone a gritar.
--¡¡¿¿¿Qué ES ESTO QUE ONOFRE ES HIJO DE MI CHICO?¡
--pero qué dices? –reclama Yoli.
Pelayo mira con miedo a Román, con cara de no es el momento. Román no quiere salir del armario.
--¡Digo de mi cuñado¡
Yoli trata que se calme.
--¡te lo he contado en confianza pero no me hagas esto, que Samuel no lo sepa¡
Mira a Fátima que no sabe qué hacer:
--¡dile a tu hermano que no se meta en algo que no es asunto suyo¡
Yoli va detrás de Román que se acerca a Samuel para contarle todo. Yoli busca el apoyo de Pelayo y Fátima.
--¡Samuel no debe saberlo¡
Pelayo siente que ha perdido a su novio y ya lo mejor es aclarar las cosas.
--es lo que buscabas…
Román hace un escándalo ante Samuel.
--¡Yoli me lo contó¡
Román está haciendo un escándalo delante de los padres de Yoli, conocidos.
--No, que va… Yo no dije nada… --dice Yoli.
Yoli busca el apoyo de Fátima, de Pelayo:
--¿qué le pasa a este chico? ¿porqué inventa algo así?
Aunque le duele lastimar a Samuel, Pelayo no piensa ayudar a Yoli. Quiere apoyar a su novio. No lo quiere dejar como un mentiroso.
--¡Yoli planeó todo esto para hacerme daño – dice Pelayo delante de todos los invitados ante la mirada de odio de Yoli—a mi me dijo que yo era el padre de su hijo antes de acostarse con Samuel , ya sabía que podía ser de otro y me fui y ella se acostó con Samuel para cargarle con la barriga¡
Pelayo habla con rencor, es su venganza contra Yoli. Tanto Samuel como el padre de Yoli se lanzan sobre Pelayo para matarlo a golpes.

Román entra llorando en el apartamento. Pelayo detrás.
--¡espera, tenemos que hablar¡
Pelayo lleva un ojo morado y arañazos en el brazo. Román saca sus cosas del armario.
--¡¡espero que estés contento…¡ ¡¡has arruinado la vida de tu mejor amigo, me has destrozado a mí¡
Pelayo está muy alterado.
--¡Yoli es lo que quería… me quería hacer daño¡
Román está haciendo su maleta mientras le escupe con odio a Pelayo.
--¿¿¿y no estaba en su derecho? ¡¡la dejaste con un bombo¡
Román mira al chico con desprecio y decepcionado.
--¡¿cómo pudiste hacer una cosa así?¡
Pelayo trata de defenderse:
--¡tenía 16 años y Yoli es una cualquiera¡ ¿Cómo puedo estar seguro que soy el padre y que no me iba a tomar el pelo como al pobre Samuel ?
Román cierra su maleta.
--podrías haber sido sincero conmigo. Me habría ahorrado esta humillación..
Pelayo trata que el chico le perdonae
--esto no tiene nada que ver nosotros.
Román agarra su maleta.
--Te miro y lo que siento es vergüenza. Has destrozado a Samuel y a mí. ¿no te da pena lo mucho que está sufriendo tu amigo?¿es que vas a poder mirarlo a la cara?
Pelayo agacha la mirada. No, no va a poder pero trata de justificarse.
--¡yo no he tenido la culpa, recién es ahora que sé que Samuel se hizo cargo del hijo de Yoli¡
Román ha tomado la decisión de dejar a Pelayo y nada de lo que pueda decir Pelayo le hará cambiar de opinión.
--Todo esto se habría solucionado si en vez de huir como un cobarde hubieras aclarado la situación…
Román está ya en la puerta. Pelayo le suplica.
--No me dejes.
Román está muy dolido.
--No vas a ser tú el único que no pierda en esta historia.
Román se va, cierra la puerta dejando atrás sueños e ilusiones. Llora. Pelayo está furioso. Lo que más le duele es que Yoli se ha salido con la suya.
--Me consuela que ha quedado ante su familia como la cualquiera que es.
Viendo cómo se las gasta el padre, sabe que no le va a ir nada bien.



Samuel abandona el domicilio conyugal. Yoli detrás. Se nota golpeada.
--¡no me hagas esto¡ ¡¡si mi padre no me ha matado a golpes es porque tú no le has dejado¡
Yoli le muestra las señales que en su rostro ha dejado su padre.
--¡tú sabes de lo que es capaz¡
Samuel es todo odio:
--¡no te quiero volver a ver¡
Yoli está desesperada. Está dispuesta a arrodillarse. Quería hacer daño a Pelayo pero no esperaba que su engaño se hiciera público.
--¡piensa en nuestro hijo¡
Samuel mira a Yoli con odio:
--¡¡en él debiste pensar tú cuando abriste la boca¡
A Samuel ya no le duele tanto el engaño como que su esposa lo haya hecho público para lastimar a Pelayo.
--Y lo mejor para nuestro hijo es no crecer contigo.
Yoli lo mira amenazante.
--¡si me dejas mi padre no te va a dejar acercarte al niño¡
Samuel no se deja pisotear.
--¡haré lo que sea, contrataré un muy buen abogado pero mi niño se viene conmigo¡
Ya que ha visto que no puede por las buenas se muestra agresiva:
--¡yo puedo demostrar que no es nada tuyo¡
--¡para eso necesitas a Pelayo y él me va a apoyar, ya te lo he dicho contrataré al mejor abogado¡
Yoli se ríe de él:
--¿con qué dinero? ¡no tienes en qué caerte muerto¡
Samuel no le dice nada pero está dispuesto a lo que sea pero Onofre es su hijo y siempre lo será. Yoli se queda furiosa viendo como su marido se va.
--¡ven acá… te vas a arrepentir¡
Está furiosa y desesperada porque sabe que su padre le va a hacer pagar que se haya quedado sin marido.

Pelayo está solo y rabioso en su departamento. Se ha tomado una cerveza tras otra. Llaman al timbre. Algo tambaleándose va a abrir. Se sorprende al ver a Samuel con una maleta.
--¿qué haces aquí? Creí que no me querías volver a ver.
Samuel entra, se muestra agresivo.
--¡y no quiero volver a verte pero me la debes¡ ¡no tengo donde ir así que me quedo aquí¡
Pelayo se siente culpable por el sufrimiento de su amigo así que lo apoya encantado.
--¡si claro¡
Pelayo se muestra amable pero Samuel no hace más que mostrarle odio.
--¡voy a reclamar la custodia de mi hijo y quiero saber si cuento con tu apoyo en caso que Yoli quiera alegar que es hijo tuyo y no mío¡
Pelayo se muestra sumiso, lo que sea para que su amigo lo perdone. Sólo hay una habitación que Pelayo le cede. Le agarra la maleta.
--ven que te…
Samuel no le deja seguir.
--¡Me quedo contigo porque no me queda de otra y te quiero tener controlado pero te odio, no quiero que me hables…¡
A Pelayo le duele mucho el desprecio que ve en los ojos de su amigo.
--tío lo siento yo…
Samuel mira a su amigo con mucho rencor.
--¡a mi me da igual lo que sientas…¡ ¡¡ya te he dicho, tienes la obligación de ayudarme pero no quiero ni que me hables…¡ ¡¡no existo para ti al igual que tú no existes para mí¡
Samuel se encierra en la habitación. Pelayo se queda triste.









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