martes, 23 de febrero de 2010

Capitulo 12




Es de noche, mientras Fer pasea con su perrita pues va pasando arriba y debajo de heladería. El día anterior no lo vio y eso le causa tristeza.
--¡¡sí está¡ --dice pegando un salto.
Fer mira hacía él y vibra. Suspira.
--¡que guapo es¡
Lleva camiseta morada como siempre y unos jeans. Ve a Pelayo en la caja del fondo. Después a la barra, él trasero se le ve de lado. Se ve bien. Le gusta mucho.
--¡¡ahora es la mía¡
Fer se decide a entrar para estar a su lado pero en ese momento él se va. Va entrando y saliendo. Fer está atento a los movimientos de su camarero favorito. Lo ve salir con una bandeja con varios vasos. Él toca con la mano uno de los vasos como si temiera que se le cayera. A Fer le despierta tanto amor, tanto deseo, tanto ternura.
--si pudiera pedir mi deseo sería él. Me gustaría sentirme amado por él una sola noche y después… ¡que me muera… ya me más dará si habría vivido lo mejor de mi vida…¡
Ese chico ha impactado con fuerza en Fer.
--¡como me gusta, me tiene enamorado…¡

Pelayo llega a su casa pasada las 12. Está reventado. Mientras se desnuda, Román lo abraza con placer.
--Ahora no –se queja Pelayo-- ¿no ves que estoy muerto y mañana tengo que trabajar?
Román se queja.
--¡ayer fue tu noche libre y no lo quisiste hacer…¡
Pelayo no le hace mucho caso, se mete desnudo en la cama.
--Fuiste tú el que te empeñaste en salir y lo hicimos en la tarde…
Pelayo no quiere entrar en discusiones, se prepara para dormir. A Román le cuesta dormir al lado de ese chico desnudo tan guapo y no hacer el amor a cada rato.
--¡pero es que en la noche yo también quería hacerlo¡
Pelayo apaga la luz. No lo mira.
--ya te dije que si salíamos a cenar sería demasiado que hoy trabajaba…
--¡pero es que yo quería conocer a tus amigos¡
Pelayo está apunto de quedarse dormido y Román no se lo permite.
--¡estamos hablando¡
Pelayo suplica con la mirada a su chico:
--¿no ves que es muy tarde y que mañana a las 10 ya trabajo? ¿no podemos hablar mañana? Me caigo de sueño.
--¿qué te pasa con Yoli?¿porqué eres así con ella?
Pelayo se incorpora en la cama. Mira a su chico molesto.
--Ya te dije que era la mejor amiga de mi primera novia y tenía miedo de que le dijera a Fátima alguna grosería… Encima que tenía que venir con nosotros.
--pues mira que fue muy amable… De hecho hoy han estado de compras..¡ Yo las he ido a buscar¡¡he conocido a su hijo¡ ¡¡que lindo es¡
Pelayo se sobresalta.
--¿¿qué?¿¿¿¡qué te dijo?¡
Román no entiende el enojo de su chico.
--¿qué pasa?¿qué me tenía que decir?
Pelayo se lleva las manos a la cabeza. Se tiene que controlar si no quiere que su novio sospeche. No le gusta que esté cerca ni de Yoli ni mucho menos del niño.
--No me gusta Yoli… No sé… No es de fiar…
--Pues a no ser que no me digas nada en concreto no pienso dejar de verla… Fátima y yo nos hemos hecho amigos de ella.
Pelayo no puede ocultar la furia que siente pero no es capaz de decir nada.
--¡por esta tontería ya no tengo sueño… ahora no puedo dormir¡
Román se muestra coqueto. Se coloca sobre él.
--eso es lo que quería –dice con ironía—ahora no te podrás oponer a que abuse de ti… aunque sea uno rápido. Yo lo hago todo.
Pelayo pone cara de pícaro y se da por vencido. Se pone las manos en la cabeza y deja su cuerpo al libre disfrute de Román, ¡que vaya si lo disfruta¡ y él también. Es feliz con Román y no sabe que planea Yoli. Le preocupa que su estabilidad esté en peligro.











Día a día, Emilio se presenta en la heladería para disfrutar viendo el helado que le gustaría cometerse, Pelayo. Su diario informatizado es testimonio de esos encuentros, de esos deseos.

4-julio-2009
Me gusta leer lo que escribí en el pasado sobre mi guapo de la heladería cuando sólo era un guapo que veía en la calle cuando ahora es un chico que he conocido, que aunque poco pues me ha hablado que nos hemos saludo, que de hecho si lo veo por la calle pues ya no es un desconocido, que lo lógico sería saludarnos. Se me hace tan extraño. Pensar en ese chiquillo guapo pero pequeñito que me tenía loco, que yo lo seguía, que lo miraba sin saber nada de él, temiendo que (como pasó) pues desapareciera de mi vida y no supiera nada de él. Hace tres años que este guapo se me clavó en el alma y ni los otros guapos ni el tiempo lo han podido sacar. Es curioso leer como lo que más me atrajo de él fue su culo. A ver todo él es perfecto, me encanta su culo pero no es lo que más me llama la atención. En la actualidad lo que me llama la atención es un conjunto, es que es el Hombre en mayúsculas, es guapísimo, además se me buena gente, atento, trabajar, amable… ¿qué más se puede pedir? Sin lugar a dudas, si alguien merece el título de hombre perfecto ese es él. Daría toda mi vida por que me amara ni que fuera un sólo instante. No hablo ya sólo que con lo guapazo y machazo que está debe ser impresionante pero es que debe ser una auténtica gozada que alguien como él te quiera, dormir juntos, levantarse juntos. Mirarlo, hablar, que te amen, que se preocupen por ti. Me gusta tanto este chico que me duele saber que nunca voy a pasar de lo que tengo hoy pero no me quejo porque estoy contento, porque me gusta mucha. Me hace feliz verlo así de lejos. Ha cambiado tanto en estos años, antes era un chiquillo guapísimo pero chiquillo al fin y al cabo y ahora es un hombre guapísimo, hombre con todas sus letras. Ese rostro angelical se me ha quedado grabado. Nunca me pasó, he visto chicos que me parecieron muy guapos, que me revolucionaron todo cuando los vi y luego ya ni los recuerdo, si los volviera a ver no los reconocería. Con él todo ha sido distinto. Me sabia tan mal ni saber nada de él. Recuerdo que cuando tiró al suelo el paquete vacío de tabaco lo recogí por si algún día yo era rico y por sus huellas lo podía localizar. ¡Qué loco¡ Tuve ese cartón guardado por mucho tiempo, no sé dónde habría ido a parar ahora.
Estaba pensando que el primer día que lo vi después de tantos años, de hecho tres porque el encuentro de hace dos pues como no es que fuera mucho verlo, lo que más me llamó la atención de él es su enorme bulto genital. Y antes lo que más me gustaba era su culo, bueno mucho no he variado, je, je. Lo que no se puede discutir es que este chico es guapísimo, es algo impresionante. Lo digo y lo diré mil veces… ¿porqué no es modelo??¿porqué no sale en la tele?
Lo que no entiendo es cómo una vez dije que me caía gordo, que me parecía que se creía el centro del mundo, tan majo y atento que se ve ahora. En fin que en aquel momento era un adolescente y la adolescencia y las trae estas cosas, ahora es ya un hombre… ¡¡y qué hombre¡ En lo que sí estoy de acuerdo es en cuando lo definí como el más guapo del mundo. Eso lo demuestra el que pese a las grandes ausencias no lo he podido olvidar. Dije hace tres años cuando lo vi un domingo, nuestro último encuentro de cerca, que era tan guapo que me hacía daño pensar que nunca estaría en mi vida. ¿quién me lo hubiera dicho en aquel momento que me lo podrían de nuevo en mi camino y que hasta podría llegar a tener contacto con él?

Hoy en la heladería no he tenido un día especialmente lucido pero estoy contento. Quiero ir a partir de las once para que ya estén colocadas todas las mesas y las sillas y así él pueda estar dentro pero es que no tengo espera. He ido un poco antes. Él estaba arreglando el final de todo. Es mucha la fila de mesas así que entrar es no verlo. No sé que hacer. Veo que sale cargado de sillas y yo me acerco no que sea para verle el culo, le quedan estupendos esos jeans que luce. Él me mira y me saluda y yo con eso ya tengo bastante. Pago la “entrada” sin problemas. Me atiende una chica que no conocía. Le pide una horchata pequeña, ya que no está él pues ahorra. De repente aparece él como un relámpago. Va hacia el mostrador del fondo. Sin decir mirar a nadie ordena muy contundente:
--ponme una horchata pequeña.
A mi me sorprende la orden, pienso que es un capricho que se quiere dar y me emociono al pensar que se pueda poner a mi lado a bebérsela ya que la chica (una gordita algo fea pero simpática) esté en frente mío. Incluso la chica me mira extrañado y con la mirada me pregunta si se lo ha dicho a ella. Yo con gestos le diga pues que eso parece. Me ha gustado esta complicidad que ha nacido con esta chica alrededor de él. Ella le deja la horchata justo a mi lado. Veo que él está haciendo un café entonces ya entiendo que es un pedido para fuera. Yo ya he acabado de beber mi horchata pero no me quiero ir dejándolo en el fondo. La horchata está a mi lado, quiero estar ahí para quien la vaya a buscar. Hago tiempo, pago lentamente, me guardo bien el cambio, hago que miro mi celular. Él camina muy deprisa. Lo tengo a tocar de mi mano. Pasa tan cerca de mí que casi me roza. Siente escalofríos por todo el cuerpo. Me encanta este chico. Le veo bien el culo, pequeño pero sexy. Me gusta las arruguitas que se le hace en la raja al caminar, como se diferencia bien las dos nalgas. Sólo logro verlo un segundo pero ¡que buen bultazo que se le ve¡ Paso por detrás de él, lo veo sirviendo a los clientes, genial el culo y el pedazo de paquete que veo de lado. No es el día que lo he disfrutado más pero vaya, que me he quedado bien contento. Me gustado disfrutar de este pedazo de macho, es guapisimo y en jeans es espectacular.”


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