martes, 23 de febrero de 2010

Capítulo 2

Dos amigas salen de la escuela.
--¿¿es que piensas seguir virgen toda la vida, Sandra?
--No es eso Yoli. Es que no me siento preparada.
--Pero Pelayo es un hombre y necesita tener sexo… No puede seguir siendo virgen… ¡te va a dejar, por una que le dé lo que necesitas¡
Sandra no quiere perder a su novio pero no se siente preparada.
--Es que apenas sé nada de él. No trabaja, no estudia. No conozco a sus padres…
Yoli se le ríe:
--¿pero tú has visto el culo que tiene?
Sandra se ruboriza. Yoli se pone muy cachonda pensando en el novio de su amiga. Éste resulta ser el rubio culo cuyo tanto ha hechizado a Emilio. Pelayo se acerca muy serio a Sandra que va hacia él. Yoli no puede con los celos. Le atrae mucho Pelayo:
--si no lo estrena ella lo haré yo –piensa mientras se deleita con la tierna y deliciosa anatomía del guapo Pelayo.


Para Emilio, Pelayo es aquel chico rubio del culo precioso. Aunque sabe que le dobla en edad, de hecho Emilio es 17 años mayor, ese chico le gusta mucho. Cuando lo ve todo el Centro Multimedia se ilumina. Una llama, una luz se ha encendido en la triste y solitaria vida del amargado hombre.

“14 junio 2006
Si tuviera mucho dinero ya sé con quién jodería costase lo que costase. No sé donde se había metido aquel chico rubio del culo precioso que no lo había visto nunca pero es que ahora me tiene loco. Siento un placer indescriptible cada vez que lo veo. Muy rubio, rapado pero con un cuerpecito que es para venirse. Debe ser que antes era un crío y por eso no lo miraba pero ahora es todo un galán que a mí me tiene a sus pies. Todo se ha iluminado cuando ha llegado él y yo hubiera deseado que fuera al lavabo y verle aquella verguita tan bella que debe tener porque de aquel cuerpo tan perfecto es imposible que cuelgue algo que no sea precioso ¡lo quiero ver¡
El espectáculo comienza cuando él se levanta para ir a la impresora y ese culo a mi me la pone dura. Voy hacia ahí con la excusa de agarrar un folio. Es que es tan precioso que tenia que tenerlo a mi lado. Así que como si estuviera buscando algo en la impresora me pongo a su lado. Tengo su culo cerca… ¡es la experiencia orgásmica del momento¡ Tan bueno como ver una verga a cualquier chico guapo que conozco, así que verle la verga a él debe ser el no va más.
Lleva jeans pero no apretados, le sobra un poco pero se le resaltan los dos glúteos como si estuviera desnudo. Me lo habría cogido en ese mismo momento ¡que arruguitas más sexy que se le veían en el medio¡ Habría dado parte de mi vida por unos segundos de placer con él. Muy guapo, muy sexy. Buen culo para pellizcar. Tiene un cuerpo perfecto. Delgadito pero un poco cachas. Camina con mucha chulería. Lleva una camiseta negra estampada.
Al final, cuando se va, quiero que pase por mi lado. Es el último en irse. Yo el penúltimo por si va al lavabo. Pero vaya, he tenido mi mano al lado de su precioso culo ¡que gozada¡ He esperado en la puerta por si iba al lavabo. He visto como salía. Lleva una mochila en los hombros que desluce su culo. Va por el lado contrario de donde voy yo.”


“26 junio 2006
Aquel macizo rubio rapado y guapísimo ilumina todo cuando llega. Es todo un galán, un adonis. El hombre más guapo del mundo y hoy se me ha hecho tan cercano. Ha estado casi toda la mañana en el Centro Multimedia y yo con él gracias a que mi ordenador está roto. Lo voy mirando mucho de lejos y es que me tiene hechizado. YO lo miro con un único objetivo: ¡verle la verguita¡ ¡¡Y VA AL LAVABO¡ No me lo puedo creer y es que además, cuando no le pillaba de camino, ¡pasa por mi lado¡ Esto despierta mi imaginación ¿y si lo ha hecho para provocarme? Lleva una bolsa de supermercado en la mano, va muy chulillo. Jeans caídos, se le ve el culo pequeño. ¡Tan sexy¡ Sueño que es una invitación a seguirlo pero se encierra en el wáter. Oigo el ruido de que está abriendo la bolsa y pienso “¿qué hace”? LO escucho cagar. Me pajeo pensando en su culo. Quiero esperarlo para estar a su lado pero es que¡ tarda más de 30 minutos¡ Vuelvo a mi sitio para esperarlo. Estoy atento a cuando se oiga que se abra la puerta para ir a su encuentro pero se oyen dos golpes de puerta que no es esa y entonces a la tercera ya no me arriesgo. Y como dice el dicho es la vencida. NO se debe haber lavado las manos porque a la que oigo el tercer golpe él está ya de vuelta enseguida. Y va bien que no me haya movido porque vuelve a pasar por detrás de mí y tener su bello culo tan cerca de mi mano es una pasada, toda una tentación. ¡Es un provocador¡ Camina como sabiendo que nos está enamorando a todos a su paso.
Voy al lavabo, quiero estar en el lugar en el que él se ha desnudado por si descubro algún secreto. Descubro que es un cerdo. Ha dejado el wáter con caca, no ha limpiado con la escobilla la que quedaba. Como sacar la caca de un macizo no es algo que pase siempre se la saco yo. No sé, desde luego más cercano algo ya imposible.
Va a la impresora. Se queda quieto, culo aplastado. No bonito pero cuando camina es para venirse de golpe. Se le ven dos arruguitas grandes, dos en cada lado. Me gusta como se mueve, me vuelve loco. Espero irme a que se vaya él para irle detrás para deleitarme con aquel bello culo. Mira al móvil. Se pone gorra, naranja. Voy detrás de él bien cachondo. Vamos por el centro. Lleva un cigarro apagado en la boca, tira el paquete vacío de camel a la papelera pero cae al lado. Lo mira pero pasa. Su culo me encanta, es tan guapo. Demasiada chulería no me gustan estos machos que se creen el centro del mundo. Parece un Díos pero una cosa es parecerlo y otra comportarse como tal. Es muy guapo, impresionante, pero no está bien que se lo crea. En fin para eso estamos los feos. Yo agarro el paquete, lo iba a tirar en la papelera pero lleva sus huellas y me viene una fantasía ¿y si algún día me toca la lotería? Es lo único que tengo de él, así lo podría identificar. Es una tontería pero almenos tengo un recuerdo suyo. Pasa al lado de un callejón. Da un salto, creo que es la emoción porque ha visto un hombre fumando. Él seguía llevando el cigarro en la boca. Se para mientras le enciende el cigarro. Sin moverse, culo aplastado no me gusta. Lo pierdo cuando habla con un amigo. Se dan las manos ¡que gustazo ser el amigo, me encantaría tocarlo¡
He estado mucho detrás de él, ha sido como verla la verga . Lo he disfrutado mucho. Lo he conocido, no me ha gustado. Me ha caído gordo pero que me tiene a sus pies me tiene. Hechizado estoy, a ver qué pasa.”



Samuel y Pelayo son amigos de hace mucho. Los dos son muy guapos y seductores y los dos, aunque son virgencitos, presumen ante al otro de tardes de sexo que nunca han existido. Coinciden en el gimnasio. Su momento favorito es las duchas. Les gusta estar los dos desnudos. Ambos presumen de tener muchas chicas, de ser grandes conquistadores. Lo hacen para ocultar lo mucho que se gustan, lo cachondo que le pone a uno el cuerpo desnudo del otro. Los dos amigos sienten celos al saber que el otro están con una mujer porque están disfrutando viendo las bolas de su amigo. Callan sus sentimientos porque tienen miedo de ofender al otro, de molestarlo. Le encanta ducharse juntos, ver como el cuerpo del otro está lleno de jabón, como se toca. Esos genitales. Juegan a que se les cae el jabón para disfrutar de esos genitales, de esas nalgas con el jabón deslizando por la raja. Los encantan cuando se secan la cabeza. Nunca lo hacen a la vez. Y es que así pueden disfrutar de los genitales del otro en movimiento sin ser descarados y eso es algo que lo disfrutan y mucho. Los dos desnudos. Se ponen los bóxers. Hablan mientras miran con detalle el cuerpo del otro. Se han visto desnudos muchas veces pero se gustan mucho. No se casan de mirarse y más con los cambios que están experimentando ambos.
--¿y cuando me vas a presentar a tu chica? Porque mucho que si jodéis pero aún no la conozco –Pelayo.
--Es que no es nada serio.
Samuel ve a su amigo cachondo pero cree que es por las cosas que él le está contando.
--¡es que como me deja, jodemos todos los días y luego encima¡ ¡¡qué bien la mama¡
A Samuel le gusta ver que su amigo tiene celos de él, se siente así el más macho. Pelayo no sospecha que el único que se la ha chupado a Samuel ha sido él. Pelayo está excitado y tiene celos pero no porque Samuel se acueste supuestamente con una chica sino porque le gustaría que fuera con él con quien se acuesta.
--¿y tú qué? ¿ya te estrenaste con la monja? ¡Es que no sabes lo que te pierdes¡
Samuel sigue jugando al hetero pero sí quiere saber si su amigo sigue siendo virgen porque le encantaría llevárselo a la cama. Pelayo siente rabia de ser virgen cuando su amigo sí se ha acostado supuestamente con una mujer.
--Yo ya te dije que a esa la domaba yo… Le seguí el juego unos días pero luego le di un ultimátum y ella cayó rendida.
Los dos se celan, no saben que los dos siguen sin estrenar. Se miran con cara de degenerados.

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