martes, 23 de febrero de 2010

Capitulo 3


Pelayo regresa a su casa más excitado que nunca. Llama a Sandra.
--¡Necesito que vengas¡
Sandra llega preocupada.
--¿qué es lo que ocurre?
Pelayo ya no quiere seguir virgen.
--¡o te acuestas conmigo ahora o terminamos para siempre¡
Sandra adora a Pelayo y no quiere estar sin él. Trata que él entienda que aún no se siente preparada.
--¡Te la chupo cuando no me gusta… ¿es que no tienes bastante?¡
--¡No, no tengo bastante y lo hacemos hoy o te largas, rompemos para siempre¡ --con mirada dura.
--¡No puedo…¡
A Pelayo no se le mueve ni un solo músculo de la cara para decirle:
--¡Hemos terminado…¡
Sandra se derrumba:
--¿es que es tan importante el sexo para ti? ¡¡creí que me querías¡
Pelayo la mira con mirada pícara:
--No creo en una relación sin sexo. Es lo que hay, lo tomas o lo dejas.
--¡No me hagas esto… hago lo que tú quieras…¡ --dice ella desesperada.
Pelayo la mira con cara de degenerado,
--Sabes lo que quiero.
--Menos eso –solloza ella.
--¡Pues vete y no te quiero ver más¡
Pelayo es muy brusco con ella. Sandra se va llorando. Pelayo da un puñetazo a la pared. Sigue virgen y sin novia. Está furioso por no haber logrado su objetivo. Sandra llora en brazos de Yoli:
--¡me ha dejado, me ha dejado porque no he querido hacer el amor¡ ¿Es que no entiende que no me siento preparada?
Yoli finge que la consuela pero sonríe excitada.




Al rato, Pelayo abre la puerta. No lleva camisa lo que enloquece de deseo a Yoli. Pelayo cree que viene de parte de su amiga a reclamarle y es brusco con ella.
--¡Qué haces aquí?¡
--Estás solo? –coqueta.
--Para qué? –brusco.
--Necesito que me hagas un favor.
Se desabrocha la blusa y él traga saliva. Coqueta ella le dice:
--Desde que me desvirgaron no he vuelto a practicar y necesito a alguien que me haga el favor…
Se la lleva a la habitación, Pelayo ansioso. Nervioso al abrir el condón que lleva mucho esperando y Yoli no puede más:
--da igual, a pelo… Por una vez no pasa nada.
Pelayo sabe que es algo que tiene que hacer. No se considera gay aunque le gusta su amigo y no puede seguir siendo virgen. Tiene celos de Samuel, quiere hacer como él. Sabe que nunca podrá acostarse con su amigo y lo único que le queda pues es hacer lo que hacen todos. Además le gusta sentirse deseado.

Yoli y Pelayo están los dos desnudos en la cama. Tiene una cara de estar en el cielo. Se siente muy macho. Yoli no es que haya gozado mucho aunque sólo por el hecho de tener desnudo al novio de su amiga que tanto ha deseado ya siente placer.
--Tienes un cigarro? –le pregunta él.
Yoli le da un cigarro. Le gusta mucho Pelayo y disfruta teniendo al guapo chico desnudo.
--La tonta de Sandra no sabe lo que se ha perdido.
Pelayo se siente orgulloso de haberse estrenado. Es lo que más le interesa. No se preocupa de lo que pueda sentir Yoli. Se muestra indiferente con ella:
--Ahora te tienes que ir, mis padres están por llegar.
Yoli esperaba que el chico fuera más amable con ella.
--¿y cuando nos volvemos a ver?
--Yo te aviso cuando mis padres no estén para volver a hacerlo..
Pelayo tiene la palabra sexo escrita en la cara. No piensa en nada más. Con Yoli no le faltará sexo. Yoli espera tener sexo algo más igual la atracción aunque siente hacia él es demasiado fuerte como para renunciar a él pese a que se da cuenta que él sólo busca lo que ya ha tenido. Se muestra sumisa y a Pelayo le enloquece tenerla a su disposición:
-¡al fin una guarra que me deja meterla y sin compromiso¡ –dice contento.
Yoli llega a su casa feliz. Está contenta de haber logrado “conquistar” al guapo Pelayo.
--Me muero al ver la cara que pondrá Sandra cuando me vea con su novio, cuando sepa que se lo quité.

Desnudo en su cama, Pelayo llama a Samuel. Samuel se masturba viendo el video de ellos dos. la para con culpa. Samuel le contesta a Pelayo.
--si, dime.
Pelayo está tan contento que quiere gritarle al mundo que se estrenó.
--¡me lo hice con Yoli¡
Samuel se muere de los celos:
--¿la amiga de tu chica?
--si bueno, la dejé y le faltó tiempo a la amiga para ofrecérseme.
Pelayo se siente muy orgulloso de su logro.
--¡sí, así mismo¡
A Samuel le cuesta mucho controlar los celos que siente.
--¿y vas a seguir con ella?
Pelayo no quiere ningún compromiso con Yoli pero sí pretende practicar con ella todo lo que se deje.
--claro, mientras se me habla de piernas y sin compromiso ¡¡yo encantado¡
Samuel se siente inferior a su amigo pero él aún no ha logrado estrenarse. Sólo esa mamada que le regaló Pelayo. Siente muchos celos. Él quiere acostarse con una mujer por despecho, por ser como su amigo y ya que no se puede acostar con él.
--¿oye y qué pasó con lo de las chicas aquellas?
--¿qué chicas?
Samuel sabe perfectamente a qué se refiere su amigo pero se hace el distraído.
--¡oye que no te la mamé por gusto¡
--si claro es que me dio tanto asco que lo olvidé.
Pelayo ha sacado el tema para disimular, para que Samuel no crea que le gustó porque cree que Samuel es lo que espera. Ninguno de los dos imagina que a los dos les da rabia que para el otro chupársela fue un sacrificio.
--con lo mal que lo pasamos...
--si como vuelva a saber de ellas las mato...
--Si fue el peor momento de mi vida. No sé porque he pensando en esas golfas ahora… Lo mejor es olvidarlo.
--Es lo que yo he hecho.
Samuel se muestra dolido. Lo está. Le duele que a su amigo le parezca asqueroso lo que más le ha hecho gozar en su vida. Le duele porque le gusta mucho Pelayo pero sabe que es un amor que tiene que tragar.
--¡es que yo no podía con la culpa¡ ¡¡fue tan imbécil¡ ¡¡pero es que estaban tan buenas…¡
--bueno no pasa nada. Nos dejamos llevar por la ganas de polvo. Por suerte pues somos amigos y hay confianza.
--si, por suerte.
Los dos amigos se están poniendo cachondos. A los dos les excita recordar ese día. Samuel siente que tiene que hablar así para justificarse ante su amigo, para que no descubra que le gustó. Pelayo estaría encantado de encontrar otra excusa para poder mamársela a su guapo amigo pero sin que se sepa que él lo quiere.
--¿y seguro que se lo mandaste bien? A lo mejor no lo recibieron.
--¡Sí, sí¡ Sé que lo recibieron, se rieron de nosotros. Dijeron que era una broma.
Y Samuel se arrepiente de lo que ha dicho:
--¡Mierda¡ --dice para sí—a lo mejor le podía haber convencido de repetirlo.
Y Pelayo piensa más o menos lo mismo:
--¡mierda¡ no coló.
Le hubiera gustado que Samuel le dijera que debió ser eso, que tenían que hacerlo otra vez. Los dos se mueren de ganas de comerse la verga del otro y los dos callan sus ganas.
--lo peor es que seguro que lo cuelga ¡y van a creer que somos gays¡
--si eso pasa me mato... –Samuel..
Hablan para ver que piensa el amigo, que opinaría al saber de sus sentimientos y llegan a la conclusión que deben callarse.
--bueno, ya te dejo… No quiero seguir recordando cosas asquerosas…
--si yo, tampoco.
Samuel está cachondo. Se masturba viendo ese vídeo de cómo él y Pelayo se hicieron sendas y sabrosas mamadas.

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