martes, 23 de febrero de 2010

Capitulo 7







Han pasado dos años más. La vida sigue igual para Emilio. Solitario, triste. Soñando en ese amor que nunca llega. Sin más compañía que su ordenador, que las salidas al Centro Multimedia, ahora integrado en una biblioteca. Su tiempo se ha parado en el recuerdo de Pelayo. Vive con la ilusión de volver a verlo, que cualquier día se lo vuelva a encontrar en el Centro o en cualquier lugar. Como siempre al llegar a su casa cuenta las impresiones de su día:

“21 de mayo del 2009
Yo estoy en mi ordenador. Entra en la parte de libros un chico guapísimo. Me fijo en él porque es así como a mi me gustan, mis favoritos. Lo que más me llama la atención cuando lo veo acercarse es su impresionante bulto de entre las piernas. ¡Es algo colosal¡ Lleva jeans viejos y su colgajo es una cosa digna de admirar… Pienso que es indigno que no se vaya luciendo desnudo, ¡es un bien nacional¡ Le miro la cara, a ese colgajo tan bello no le podía acompañar otra cara. Parecía un milagro. A veces he pensando en él, creía que la tierra se lo había tragado y ahora lo tenía ahí delante. Con lo increíblemente guapo que era ya, es alucinante lo que el tiempo ha hecho con él. Es aquel rubio que tres años atrás me hizo enloquecer, aquel rubio por el que he estado suspirando los últimos tres años. Sí, aquel macizo al que le limpié la caca. Tan o más guapo aún que antes. ¿qué hace este chico aquí y no en un certamen de Mister Universo? Y si hay justicia en el mundo sin duda él lo ganaría. Rapado igual que antes. No ha cambiado su peinado. Guapo pero mucho más hombre. Más alto, más fuerte. Ha doblado su volumen prácticamente. Antes era un crío, muy guapo pero un crío. Ahora es un macho, un macho que enciende más que nunca mis hormonas. Sólo tiene un defecto y está en la perra que lo acompañaba. ¡Qué suerte la bruja esa, que a gusto se lo debe tirar¡ ¡¡Daría mi vida por estar una hora en lugar de ésa¡ Lo tengo a pocos metros. Lo puedo ver perfectamente. El culo se le ve aplastado pero igual resulta sexy. ¡¡Es que este macho es una perfección de belleza¡ Está buscando un libro. La perra se queda delante de mí, él va a recepción.
--ahora vengo –le dice a la Perra.
Lo veo en recepción hablando con una de las chicas. Y luego volviendo. ¡¡Es un lujo ver ese paquete de cojones andando¡ ¡¡Un espectáculo para mis hormonas que enciende toda mi pasión y mi lujuria¡ No tardan en traerle el libro y se van mi guapo rubio y la perra. Él va mirando su libro. Es tan guapo. A mí me hubiera encantado que se quedara más tiempo y bueno si hubiera ido al lavabo y le hubiera podido ver la verga… ¡¡ya ni te cuento¡ No soporto la idea de que se haya ido y yo no sepa como ubicarlo. Me duele pensar que no lo vaya a ver más. Traté de seguirlo pero lo acabé perdiendo, qué rabia ¿y si no lo vuelvo a ver?”


Pelayo y la chica llegan juntos a un apartamento. Nada más entrar un chico se lanza sobre Pelayo.
--¡Mi amor¡
La chica y el otro se saludan. Son hermanos y vecinos. Ella es Fátima y él Román. La chica deja solos a la pareja. Pelayo no deja de mirar su libro y Román se lo quita de los manos.
--ahora no te vas a poner a leer?
--Es que sabes que hace mucho que voy detrás de ese libro.
--Poco tiempo que tienes libre no sé porque lo has tenido que perder a la biblioteca…
Al guapo Pelayo le sabe mal que su novio se haya enojado con él.
--No seas así, Román. Me hacía ilusión el libro…
Román se desnuda ante él:
--Y a mi me hacia ilusión quedarme contigo toda la tarde haciendo el amor,.
Pelayo lo mira mira pícaro:
--ahora vamos, nos queda toda la noche.




Por su lado, Samuel se levanta desnudo de la cama de otro chico.
--Ya te vas, sami?
--¡ya te he dicho que no me llames así o yo te llamo Ernesti o algo parecido? ¡te llamo Ernesto¡
Han hecho el amor pero Samuel es muy brusco. A Ernesto le duele que Samuel siempre se vaya después de hacer el amor.
--¿tú me quieres, Samuel ?
Samuel lo mira con cierta indiferencia:
--¿qué pregunta es esa?
Ernesto se queda desnudo en la cama.
--¿es que sólo soy tu amante?
Samuel se sube los pantalones.
--Tú sabes que nunca quise a Yoli, que sigo con ella por mi hijo. No quiero quedarme sin él.
Ernesto llora. Samuel lo mira molesto aunque trata de controlarse.
--¡no llores como una vieja¡ ¡¡no me gusta¡
Pero Ernesto llora más. Samuel se sienta en la cama.
--¿y ahora qué te pasa? –perdiendo la paciencia.
Ernesto acaricia a Samuel :
--Sé que soy mayor que tú, que crees que soy un ridículo pero… Yo que siempre esperé perder mi virginidad con el chico adecuado y…
Samuel no lo deja seguir:
--Tú sabías que yo estaba casado y que no iba a dejar a Yoli.
--¡pero es que me enamoré de ti¡
Ernesto está desesperado.
--¡¡Yoli es mi hermana¡ ¿cómo he hecho algo así?
Quiere a su hermana y adora a ese pequeño hijo de Yoli. No soporta haber llegado a ser el amante de Samuel pero no lo puede evitar. Samuel le guiña el ojo:
--Yo te he dado todo lo que he podido… No te puedes quejar…
Ernesto se levanta envuelto en la sábana.
-- si Yoli se entera que me acuesto con su marido… ¡nos va a odiar¡
Ernesto se derrumba. Samuel trata de animarlo:
--Yoli no me quiere. Nunca me quiso. Fue un accidente que estemos juntos. Si esto nuestro se sabe no sólo vas a perder tú.
Samuel se vuelve a levantar.
--¡y si lloras seré yo quien acabe con esto¡ ¡¡ya tengo bastantes broncas en casa¡
Samuel se sube la cremallera.
--¡si me dejas yo me muero¡ ¡no sé vivir sin ti¡
--Ese es tu problema… --dice Samuel frío.
Ernesto se queda solo como siempre, es el amante de un hombre casado que para colmo de males es su cuñado. Jamás pensó que caería en esa situación pero está demasiado enganchado.


Mientras, Pelayo y Román están los dos desnudos en la cama. Los dos con cara de gran satisfacción. Román es muy cariñoso con él y Pelayo no deja de sonreír.
--Trabajas tanto… ojalá siempre fuera así…
--Tenemos muchas facturas que pagar y mientras tú no trabajes pues lo tendré que hacer yo por más horas.
Román apoya su cabeza en el fornido pecho de Pelayo:
--Es que te amo tanto, quisiera estar toda la vida entre sus brazos.
Pelayo la va acariciando los cabellos con orgullo.
--tu me quieres? –pregunta Román amoroso..
--ya sabes que sí –Pelayo algo frío.
Román lo mira con una cierta duda:
--¡Pero es que nunca me lo dices¡
--Porque no soy de esos… --dice Pelayo algo frío.
Pelayo lo mira con intensidad, le guiña el ojo pícaro:
--me gusta más demostrarlo de otra manera.
Los dos se miran con mirada libidinosa y se funden de nuevo en una ardiente pasión.

Dos días después… Es un sábado por la noche. Fernando está paseando a su perrita por el centro. De pronto siente vibraciones por todo el cuerpo. Un rubio rapado se acerca a él. Aunque es de noche la belleza de Pelayo es demasiada y no pasa desapercibida por el solitario chico:
--¡¡que guapo es¡¡que guapo es¡
Hace ya 3 años de la única vez que un chico la hizo sentir así, un desconocido. Aunque sólo lo ha visto dos veces, lo reconoce perfectamente.
--¡¡es él… es el guapo que vi sin camisa en el ayuntamiento¡
Fernando no puede creer su suerte. Ha pasado tres años enamorado de él aunque sólo lo vio dos veces. Quisiera lanzarse a sus brazos, decirle lo que siente pero...
--¿para qué se ría de mi? Un chico tan guapo nunca se fijaría en tipo como yo aunque fuera gay que seguro no lo es –dice él para sí.
Pelayo pasa por el lado de Fernando y Fernando tiembla.
--Los años han hecho maravillas con él, yo sigo igual de feo pero él aún está más guapo ¡más hombre¡
Pelayo lleva unos pantalones de militar anchos. Fernando suspira por él.
--¡¡es el hombre más guapo del mundo¡ --dice para sí.
A Fernando le duele pensar que tal vez no lo vea más.
--A lo mejor me pasa como la otra vez y mañana lo vuelvo a ver… --va pensando.
Pero la posibilidad de que ese chico tan guapo desaparezca de nuevo de su vida la angustia. Como está paseando a su perrita pues da media vuelta y va detrás de Pelayo.
--a ver dónde va…
Se encuentra con Fátima. Se tratan con familiaridad. Fátima lleva bolsas de la compra que Pelayo le agarra. Fernando siente un dolor en el pecho. Aunque Pelayo es un desconocido para él, lo ama y le duele que tenga novia.
--¡y es tan bonita¡ ¡¡claro, un chico así estará con una bonita, no con un feo horrendo como yo¡
Fernando se va dolido. No tiene sentido que lo siga.
--¿para qué hacerme daño? ¡no es gay, no es para mí¡
Pelayo se acerca a su casa sin darse cuenta de la presencia de ese pobre chico que aún sin conocerlo lo ama en secreto y sufre por él. Román está esperando a su chico.
--¡mi amor…¡
Pelayo sonríe seductor. Román se echa en sus brazos y se besan apasionadamente.

2 comentarios:

  1. voy a empezar a leerla pero porfa en la de noquierosoltarasimon dejame los links como en la de SIMON para k pueda entrar si no, no m entero

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  2. gracias, de hecho iba a hacer el anuncio en el blog de la nueva novela de simon, la novela está ya escrita y quiero hacer una nueva version de otra, no sé si haré está rapido y luego la otra y las dos a la vez para ir más traqnuilo iba a esperar a tener ya las dos listas o tener más capitulos así bueno si me demoro a subir capitulos en algun momentos pues igual queda trabaja para leer.

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